Roberto González y Ricardo Rosas: Una vida dedicada a la docencia y la investigación

Referentes de la psicología en sus respectivas áreas, Roberto González y Ricardo Rosas han jugado un rol fundamental para que la Escuela sea lo que es en la actualidad. Una destacada trayectoria a nivel investigativo y docente que la institución que los formó, y a la que han dedicado gran parte de su carrera académica, reconoció en el Día del Académico. “Ustedes son uno de los pilares para que sigamos destacando en nuestro compromiso público y desarrollo por el país”, dijo el Rector Ignacio Sánchez, en la ceremonia que destacó a los profesores que cumplieron entre 25 y 40 años en la Universidad.

No solo se formaron como psicólogos en la Escuela, también jugaron un rol esencial para que ésta se posicione en el lugar destacado que se encuentra en la actualidad. Roberto González y Ricardo Rosas han dedicado gran parte de su vida a la institución que los formó como profesionales. Compromiso y entrega realizado a través de la investigación y el trabajo docente, y que fue reconocido por la Universidad en el marco del Día del Académico.

En una ceremonia en el Salón de Honor de Casa Central, el Rector Ignacio Sánchez destacó a ambos profesionales, al igual que a otros docentes que cumplieron entre 25 y 45 años de trabajo en la Universidad. “Ustedes son uno de los pilares para que esta institución siga destacando en su compromiso público y desarrollo por Chile. El tiempo que ustedes dedican a sus estudiantes, de pregrado y postgrado, no está en los rankings. El trabajo que va más allá de los disciplinar, como enseñar valores, desarrollar la rectitud, y la vocación de servicio, no se mide. Y eso es el alma de una institución. Es la base de una comunidad universitaria”.

Son 25 años en el caso de Roberto González, y 35 en el de Ricardo Rosas. Toda una vida recorrida bajo el alero de una institución que los formó como psicólogos y también como maestros. De hecho, muchos de los académicos que hoy forman parte de la Escuela tuvieron clases con ellos. “Para nosotros es todo un orgullo que sigan formando a las nuevas generaciones. Ambos han sido Directores y fueron profesores de muchos de lo que estamos hoy en la Epuc. Creo que eso refleja muy bien a Roberto y a Ricardo en lo que son. Siempre se han preocupado de desarrollar la ciencia, pero además de crear equipos de trabajo, de sembrar preguntas en sus estudiantes, y permitirnos, a muchos de nosotros, crecer con ellos. Muchos de los que estamos haciendo docencia e investigación, hemos seguido este camino gracias a que nos han impulsado a ello”, dijo la Directora de la Escuela de Psicología, Marcela Cornejo.

Un premio más que merecido

Acostumbrado a recibir reconocimientos, el Director del CEDETi UC, Ricardo Rosas, dijo sentirse muy orgulloso por haber cumplido 35 años ligado a su alma máter. Un trabajo comprometido con la inclusión, en el que ha desarrollado avances que permiten, a través de la tecnología, romper las barreras con las que deben lidiar las personas con discapacidad. El psicólogo, que recientemente estuvo en España para recibir el Premio Reina Letizia 2018 que ganó el CEDETi, manifestó su felicidad frente a esta nueva distinción. Sobre todo, el orgulloso “de ver que lo que uno hace es valorado por las nuevas generaciones. Que lo que he hecho es visto como algo digno de ser hecho. Eso es muy bonito”.

Un sentimiento que también compartió Roberto González, quien ha tenido una destacada carrera ligada a la investigación de relaciones intergrupales, movimientos sociales, conductas de reparación asociadas a conflictos políticos y étnicos, y a cómo operan fenómenos como los prejuicios y estereotipos. Para el académico, co-fundador de MIDE UC, uno de los investigador principales del COES, y asociado del CIIR, el reconocimiento otorgado por la Universidad es motivo de orgullo, porque independiente de que hayan pasado más de dos décadas desde que comenzó su trabajo en esta institución, la motivación sigue intacta. “Lo que a mí más me mueve es la pasión y el cariño por la enseñanza, la investigación y la gestión académica, que me entretienen muchísimo. Pienso que los estudiantes de pre y postgrado nutren diariamente mi vida académica, desafiándome a dar lo mejor de mí. Por otro lado, mi vida académica, en el plano de la docencia, de  la investigación, del interés por temas públicos y la vida universitaria, se nutre enormemente de las relaciones que establezco con quienes considero mis maestros y maestras. Especialmente con las nuevas generaciones de académicos de quienes he aprendido muchísimo. Y este desarrollo no habría sido posible si no contara con el apoyo y cariño permanente de mi esposa Andrea y mis queridos hijos Antonia y Vicente, quienes han marcado mi historia y desarrollo personal de manera imborrable. Agradezco a Dios y a la Universidad, por todo el apoyo que me ha brindado en estos 25 años para desarrollarme como persona y en la carrera académica”.

Información Periodística: Andrea Fuentes U.