“Miércoles 15.30, memorias de una ausencia”: Documental que muestra la incansable lucha de familiares de detenidos desaparecidos fue exhibido en la EPUC

A más de 50 años del Golpe de Estado, y en tiempos en que el negacionismo aún está presente, el trabajo audiovisual que dirigió el Cardenal, Arzobispo de Santiago, Fernando Chomalí, se presenta como un necesario ejercicio de memoria. Trabajo que rescata los testimonios de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Concepción en su incansable búsqueda de verdad y justicia, el cual fue exhibido recientemente en un conversatorio en la Escuela de Psicología UC. Una iniciativa que dio paso a un conversatorio moderado por la académica EPUC e investigadora principal de VioDemos, Marcela Cornejo; en el que también participaron el profesor de la Universidad de Buenos Aires, Juan Jorge Michel-Fariña, y el académico de nuestra Escuela y director del Diplomado de Trauma y Duelo, Germán Morales.

Un testimonio necesario, y a la vez una invitación a reflexionar respecto a la deuda pendiente que aún mantenemos como sociedad con miles de familias que siguen buscando a sus familiares detenidos desaparecidos, es lo que propone el documental “Miércoles 15.30. Memorias de una Ausencia”, dirigido por el Cardenal, Arzobispo de Santiago, Fernando Chomalí. Un trabajo audiovisual que refleja la incansable búsqueda de justicia de Ester Araneda, Hilda Espinoza y Elizabeth Velásquez; mujeres integrantes de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Concepción.

Desarrollado a propósito de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, el documental está compuesto de diversos testimonios, entre los que se encuentran el de Alejandro Goic, obispo auxiliar de Concepción entre los años 1979 y 1991; las abogadas Martita Wörner, directora ejecutiva de la Pastoral de Derechos Humanos entre los años 1977 y 1990, Patricia Parra, abogada de Derechos Humanos; y la diputada María Candelaria Acevedo, hija de Sebastián Acevedo, quien se inmoló frente a la Catedral de Concepción en 1983, ante la posible ejecución y desaparición de sus hijos detenidos por la CNI.

Un conmovedor relato exhibido recientemente en un conversatorio en la Escuela de Psicología UC, al cual fue invitado el Cardenal. “Como sociedad, no hemos sido capaces de asumir los dolores profundos que hay (…) Nos damos cuenta que el ser humano es muy complejo. Que las relaciones humanas son muy complejas y, evidentemente, una escuela como ésta puede ser un aporte muy importante para ayudar a sanar”, señaló en la jornada en la que también se celebró un conversatorio moderado por la académica de Psicología UC e investigadora principal de VioDemos, Marcela Cornejo; en el que participaron el profesor de la Universidad de Buenos Aires, Juan Jorge Michel-Fariña, y el académico de la EPUC y director del Diplomado de Trauma y Duelo, Germán Morales.

En la actividad, desarrollada en el auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales UC, el Cardenal señaló que lamentablemente aún falta mucho camino para ser una sociedad reconciliada. “Creo que estamos al revés. Estamos camino a una sociedad tremendamente individualista, y es allí donde se cuajan al final estas brutalidades. Hace poco leí algo que me llamó profundamente la atención. Que estamos en un momento donde nadie espera nada de nadie. Y eso me parece muy terrible, porque la comunidad es la que está siendo cuestionada. Por eso creo que este tipo de encuentros nos ayudan a querernos más, a querernos y a darnos cuenta lo frágil que puede ser la vida cuando aparecen energúmenos de este tipo. Personas que hicieron mucho daño”.

Por su parte, Juan Jorge Michel Fariña, profesor titular de la cátedra de Psicología, ética y Derechos Humanos de la Universidad de Buenos Aires, confesó estar muy conmovido tras la exhibición del documental. “Creo que hoy todos hemos crecido como personas. El asistir a esto es una manera de crecer personalmente. Un referente teórico que tenemos en Argentina, en temas de derechos humanos, Fernando Ulloa, decía siempre que la causa de los derechos humanos, poner en acto los derechos humanos, es como hacer el amor. Tiene momentos culminantes y constantes cotidianas. Y creo que esta película es un punto culminante, que da testimonio de una constante en el tiempo. Y realmente es magnífico que hayan podido hacer esto a dos cámaras y con gente muy joven. Quiere decir, que no existe razón para que no dé todo el mundo testimonio de alguna manera de lo que ha pasado. La fuerza que tiene este material, y la trascendencia que va a tener, es realmente inmensa”, señaló.

Para finalizar, en esa misma línea, Germán Morales, profesor de Psicología UC, señaló que pese a haber visto el documental muchas veces, nunca deja de emocionarse. “Y digo menos mal que es así. Que pese a los años que uno viene trabajando con víctimas y familiares, a los años que uno ha visto películas y documentales, uno nuevamente se emocione. Y creo que eso tiene que ver con algo que es importante nunca perder de vista, que es la humanidad. No debemos perder la humanidad”, dijo el director del Diplomado de Trauma y Duelo de la EPUC, quien también destacó el “relevante rol que jugó la Iglesia Católica en tiempos de Dictadura”.
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Texto y Fotos:
Andrea Fuentes Uribe, Comunicaciones Psicología UC
Fecha: 30-04-2025