Apoyo en la infancia y sensibilidad a pares, claves para la resiliencia: doctorando investiga cómo los chilenos abordan las adversidades en U. de Leiden

“Tradicionalmente, la resiliencia se ha vinculado a características individuales como la inteligencia o los rasgos de personalidad, pero nosotros queríamos explorar cómo las experiencias relacionales positivas, especialmente durante la infancia, podían influir en este proceso”, sostiene el estudiante del Doctorado en Psicoterapia, Pablo Barrera.

 

Un fondo otorgado por el Coimbra Group Scholarship Programme for Young Professors and Researchers from Latin American Universities, iniciativa que busca fomentar la movilidad académica y el intercambio entre América Latina y Europa mediante becas para visitas de investigación, permitió al estudiante del Doctorado en Psicoterapia de la EPUC, Pablo Barrera, concretar un hito clave en su proceso formativo doctoral: complementar esta etapa con el desarrollo de una investigación en un centro de reconocimiento mundial.

En concreto, el doctorando realizó una pasantía en el Institute of Education and Child Studies de la Universidad de Leiden, Países Bajos, donde, bajo la supervisión de la profesora Anne-Laura van Harmerlen, y en conjunto con su profesora guía, la académica EPUC María Pía Santelices, llevó a cabo un estudio enmarcado en el contexto chileno que busca medir la resiliencia en salud mental. El trabajo, que tiene a Pablo como investigador principal, está en desarrollo y su publicación se proyecta para fines de 2025.

“Estudiar la resiliencia es un desafío, porque es un concepto amplio, difícil de definir con precisión y aún más complejo de medir. En esta investigación, la entendimos como la capacidad de mantener o recuperar el bienestar emocional frente al estrés o la adversidad. No la concebimos como una cualidad fija o dicotómica, sino como un proceso constante y dinámico”, cuenta.

“Lo que hicimos fue estimar el nivel de sintomatología depresiva esperado a partir de experiencias adversas en la infancia, pobreza y otras variables sociodemográficas. Luego, identificamos a las personas que mostraban menos síntomas de los que esas condiciones anticipaban, interpretando ese patrón como un indicador de funcionamiento resiliente”, explica.

Más adelante, cuenta el doctorando, se investigó si factores como haber experimentado vivencias positivas en la infancia, sensibilidad a pares y empatía, podían predecir ese funcionamiento: resultó que sí, con excepción del último.

De hecho, agrega, se encontró que la empatía predecía la sintomatología depresiva. “Éste fue un hallazgo inesperado. En el equipo sospechan que este resultado se pueda deber a que, en ocasiones, la empatía puede ser una ‘espada de doble filo’, ya que puede volverse una carga adicional”, sostiene.

De igual manera, se analizó si estos resultados variaban entre hombres y mujeres. “Interesantemente, los resultados de la empatía como predictor de sintomatología depresiva fueron de mayor magnitud en las mujeres. Aunque este fenómeno requiere mayor investigación, una posible explicación es la carga cultural que recae sobre las mujeres en torno al cuidado y la preocupación por los demás”, argumenta.

Experiencias adversas y resiliencia

El interés de Pablo Barrera por abordar, durante su proceso doctoral, el impacto que las experiencias adversas en la niñez tiene en la vida adulta, fue lo que motivó este trabajo.

“Durante un tiempo trabajé principalmente en este tema, que si bien es muy relevante, deja abierta la pregunta sobre cómo mitigar sus efectos. Fue entonces cuando comencé a interesarme por el concepto de resiliencia, que me pareció el siguiente paso natural: no sólo entender el daño, sino también explorar cómo se puede enfrentar”, comenta sobre las motivaciones tras la investigación.

La investigación también responde al interés de Pablo por comprender cómo los habitantes de Chile y América del Sur en general han logrado sobrellevar situaciones complejas que han marcado su desarrollo. “Es una región que enfrenta altos niveles de adversidad: historias de colonización, inestabilidad política y desigualdad económica que han tenido efectos profundos en su población. Pero es precisamente en contextos como estos donde también emerge la resiliencia. Por eso me parece tan importante estudiarla, comprenderla y documentarla en nuestro contexto”, explica.

La pasantía en el Institute of Education and Child Studies de la Universidad de Leiden representa un hito en el proceso formativo de Pablo Barrera, dada la cercanía de la investigación con la temática de su tesis doctoral. “Fue especialmente relevante para mi formación. Me permitió, además, generar vínculos de colaboración académica y también amistades que valoro mucho”, concluye.

Texto: Nicolás Pérez Lozano, Comunicaciones Psicología UC

Fecha: 19/05/2025